domingo, 3 de abril de 2011

Policias que dejan mucho que desear

Ante la ocurrencia de un hecho delictivo, es evidente que los organismos de seguridad del estado deben actuar de manera pronta y oportuna, eso es incuestionable. Pero cuando "la torpeza", por no llamarla de otra manera, viene a ser uno de los elementos empleados para llevar a cabo una investigación, no debemos quedarnos callados.

Recientemente fui víctima de un abuso y exceso por parte de tres uniformados, pues no sé realemente si eran policías, pues ni siquiera tuvieron la decencia de saludar e identificarse. Estos sujetos seguían la pista a un supuesto gatillo alegre y llegaron a la casa donde me hallaba compartiendo con mi hermana, quien justamente vive a pocas de donde reside el supuesto pistolero. Luego de un torpe interrogatorio, dicen, refiriéndose a mi: "usted está preso, pues lo acusan de balear a un joven". Yo no podía creer lo que mis oídos escuchaban.

Tras unos momentos de tensión, pues solicite que se me mostrará la orden de arresto y haciendo gala de mis conocimientos legales, por lo que dudaron en llevarme con ellos. No valió de nada que mi hermana les explicará que yo era su visita, pues ellos querían volver al cuartel policial llevando consigo a un sospechoso, aunque sabían que no era a quien ellos buscaban.

Es evidente que muchos de nuestros agentes del orden, deberían denominarse del desorden, y además deberían recibir más formación para que puedan actuar de manera inteligente. ¿Debemos cuidarnos de los policías o de los delincuentes?

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