lunes, 13 de octubre de 2008

Viaje a Suiza


Parecía una escena sacada de una película. Montañas coronadas por la nieve, enormes extensiones de verdes pastos y un lago, tan inmenso como el océano. No era un sueño, estaba caminando por el centro de Zurich en Suiza. El primer día tuve que hacer uso de mi escaso inglés para poder comunicarme con la gente, cuya amabilidad me sorprendió.
Zurich es una ciudad muy moderna, donde se mezclan edificios de estilo antiguo y moderno. Las calles son amplias y señalizadas. El transporte público es muy organizado y las líneas de tranvía pasan a horas puntuales y con una precisión sorprendente.
En la zona céntrica pude apreciar el colorido de la ciudad, que aunque el día estuvo algo frío, pudo exhibir su majestuosidad. Caminar por la orilla del lago Zurich es una experiencia inolvidable.
El segundo día, me traslade a Berna, la capital de Suiza. Al igual que en Zurich, predominan los edificios con corte antiguo, pero es una ciudad muy moderna, situada entre montañas y atravesada por un lago. Desde la parte más alta de la ciudad se puede contemplar el verdor que decora la geografía de Suiza.
En mi viaje por Suiza, que duró cuatro días, pude visitar los variados museos, tres ciudades (Zurich, Berna y Basel). Recorrí en tren centenares de kilómetros, que me permitieron deleitarme con el hermoso paisaje, pude subir y descender por extensas cadenas de montañas, así como ver los lagos que se encuentran tanto en la parte alta como en la falda de las verdes montañas.
Las noches en Suiza son muy animadas, aunque hay que tener cuidado antes de sentarse a tomar un trago en algún bar, pues los precios pueden dejarnos en estado de shock.
Es un país donde la limpieza y la organización son la prioridad. Los servicios básicos son excelentes y la calidad de vida es muy buena.

1 comentario:

Felivia dijo...

Suiza=chocolates deliciosos, me consta ;) ¿Y las fotos, dónde están?