Ya lo dice una frase: "hay más alegría en dar que en recibir".Hoy pude experimentar como en nuestro país quedan muchas personas de gran corazón, que están siempre dispuestos a colaborar con una causa noble.
Hoy participe como voluntaria de Un techo para mi país, una institución sin fines de lucro que busca dotar de una casa digna, a aquellos que viven en la pobreza extrema. Con alcancia en mano, salimos a recorrer las principales avenidas del país, en busca de los recursos para la construcción de 40 casas en Neiba, actividad a realizarse en diciembre.
Hubo de todo en muy poco tiempo. Los pedigüeños se mostraban incomodos, pues sentían que le estabamos quitando su sustento. También hubo conductores de lujosos vehículos que no tuvieron la cortesía de prestarnos la menor atención para explicarle que buscabamos con esta colecta.
Es cierto que hubo gente que no aporto, pero muchas otras personas se mostraron solidarias y apoyaron nuestra causa. También apareció uno que otro que hizo la pregunta que quizás ustedes puedan responder: ¿y el gobierno qué?
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