Hemos visto como la solidaridad ante la desgracia mueve y conmueve al pueblo dominicano. La nación se ha movilizado para conseguir ayuda para tanta gente que lo ha perdido todo en el país hermano.
Sin importar color, clase social o credo religioso, el clamor de la nación ha sido el mismo:ayuda a Haiti.
Aún queda mucho trabajo por delante, muchos los esfuerzos que se deben realizar para llevar el orden a este empobrecido país.
Haiti debe ser el tema principal de discusión que traten las naciones desarrolladas, y que entiendan de inmediato que no deben dejarlo a su suerte, pues ahora sus problemas son mayores.
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