sábado, 30 de mayo de 2009

La muerte del chivo

Por un espacio de 30 años mantuvo sometida a sangre y fuego a nuestra amada Quisqueya. Pero ya lo dice el refrán: "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista". Me refiero a la dictadura del déspota de Rafael Leónidas Trujillo.

Un día como hoy, 30 mayo, un grupo de dominicanos pusieron fin a 30 años de represión, torturas y crímenes a mansalva. Fueron años donde el soñar con la libertad era un motivo para ir a dar a la más inmunda de las cárceles o a la más siniestro centro de torturas conocido, La 40.

La gota que terminó de revosar la copa fue el vil asesinado de las hermanas Mirabal, un crimen horrendo que estremeció a la nación e hizo crear conciencia de que habia llegado la hora para acabar con décadas de barbarie.

Antonio de la Maza, Pedro Livio Cedeño, Roberto Pastoriza, son los nombres de algunos de los participantes en la conspiración que dio traste a la vida del tirano. Estos nombres y los demás participantes en este acontecimiento histórico deben ser conocidos y exaltados por todos los dominicanos.

De los que participaron en la acción de la noche del 30 de mayo sólo sobrevivieron Amiama Tió e Imbert Barrera, porque el grupo mantuvo total silencio a pesar de las crueles torturas a las que fueron sometidos.

La conmemoración de un acontecimiento como este debe ser conocido por todos los dominicanos, ya que debemos tener muy presente que las libertades de las que gozamos hoy, han costado la vida de muchos hombres y mujeres.

Debemos trabajar por y para nuestra patria. Trabajar sin descansar para lograr tener un mejor país.

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