Con el inicio de año 2008, se incrementa en proselitismo político, ya que en mayo se escogerá al nuevo Presidente de los dominicanos. Son muchas las promesas que se hacen, las viejas y niños que se besan, los regalos que se dan y las críticas que se hacen al actual inquilino del Palacio Presidencial. Todo con el firme propósito de conquistar el voto de los ilusos.
“Gobernare para los más pobres, terminaré con los apagones, este gobierno es corrupto,…los jóvenes y las mujeres serán la prioridad en un gobierno del…”, son algunas de los centenares de frases que se escucha en una campaña.
Pero es necesario que los electores tomemos conciencia y exijamos proyectos concretos, en lugar de simples promesas. Que los aspirantes a gobernar nuestra República Dominicana, muestren esas propuestas viables que han de conducirnos por una senda de desarrollo.
Debemos hacerles saber que ya no somos tan ingenuos para seguir cambiando espejitos por oro, que necesitamos que se nos garantice estabilidad económica, salud, educación, seguridad jurídica y social, pero sobre todo, que se ponga en marcha un proyecto que garantice el desarrollo del país, tanto en el corto como mediano plazo.
No queremos más promesas, lo que necesitamos son verdaderas y prontas soluciones.
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